01 septiembre, 2005

"YO"

Hace cinco minutos me estaba lavando los dientes, frota que te frota, y de repente he caído en la cuenta de la cantidad de tonterías que puedo llegar a hacer a lo largo del día. Me he quedado petrificada. He escupido la espuma del dentífrico que no me dejaba respirar profundamente y me he sentado al filo de la bañera, he manchado el camisón con las últimas babas espumosas que se derramaban sin control de mi boca abierta aún por la sorpresa. El grifo dejaba correr el agua y el cepillo no ha caído al bater milagrosamente. Hay días en los que sería preferible no levantarse de la cama, no mover ni un músculo y permanecer con los ojos cerrados. Pero después de recuperar el aliento me he dicho ¿por qué? ¿por qué no me voy a comportar como una rematada loca? ¿por qué no puedo hacer tonterías? Mi vida es un coñazo, y ahora que he aprendido a pasar de la gente que no me interesa, me puedo dar ese lujo. Afortunadamente me he rodeado de amigos todo terreno que soportan mis estupideces estoicamente, con una paciencia casi entrañable. Y además, he llegado solita a esa conclusión. La sonrisa ha cerrado mi boca que ha dejado de babear al instante. He recogido mi pelo para atrás, me he puesto de pie, me he mirado al espejo y tenía la frente y el pelo blancos de la misma espuma chorreante que antes manaba de mi boca. He mirado mis manos y en la derecha aún había restos de esta, el caso es que no me ha dado tiempo a levantar la vista de nuevo al espejo, cuando el chorreón de la frente ha llegado a mi ojo derecho. ¡¡¡ coño !!! como escuece, parecía que se me iba a congelar el ojo. Agua, agua, agua... yyyyyyyaaaaaaaa. Me voy a la cama con el ojo de vampiro que se me ha quedado, pero no sin antes transcribir este documento para mayor conocimiento de la humanidad. ¿se puede ser más imbecil? ¿ que cojones le ponen al dentífrico para que haga tanta espuma? Gracias a todos por quererme como soy. Prometo ducharme mañana.

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