08 septiembre, 2005

"LA REINA TUERTA"

Hoy he descubierto que cuando miro, veo. Dicho así suena un poco gilipollas, pero no se trata de ninguna tontería. No recuerdo si alguna vez miré a alguien a los ojos mientras me hablaba. Mantener la mirada del otro siempre ha sido para mi insufrible, inalcanzable. Solo conseguía alguna mirada furtiva, pero si había cualquier peligro de ser descubierta, prefería abstenerme, mirar al suelo, a la nada. Y si alguna vez miré, no vi nada. Llegó un momento en que no recordaba a la gente que me presentaban. Era horrible saludar a alguien que me conocía y a quien yo no había visto en mi vida y pensar que cuando volviéramos a saludarnos, tampoco lo recordaría.
No ha ocurrido de repente, llevo esforzándome por conseguirlo mucho tiempo y aún no lo domino. Ha sido una sorpresa darme cuenta de que estaba sucediendo. Pero lo realmente sorprendente es que me he encontrado en un mundo lleno de personas a las que les cuesta mantener la mirada. Ese era un pensamiento inaudito para mi, sabía que los había pero no en esa cantidad.
Me gustan los ojos de los demás y me gusta que miren los míos (bueno, aún me siento insegura, pero no deja de gustarme por eso) cuando me hablan. Dicen que los ojos son el espejo del alma, yo no veo nada, solo ojos brillantes, intrigados, maravillosos, que me alegran y me llenan. Cuantas cosas me estaba perdiendo por no tener el valor de mirar. En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey, y es cierto.Hoy he descubierto que cuando miro, veo, y es fantástico.

No hay comentarios:

DATOS PERSONALES