"LA B.S.O. DE MI VIDA"

Vivir en el más absoluto silencio no es tan malo, es más, aún necesito momentos de silencio total. Durante un tiempo y hasta el invierno pasado, no soportaba ningún tipo de ruido, las voces, los golpes, el tráfico, la música… me irritaba, así que optaba por encerrarme en mi habitación y allí odiaba oír hasta los latidos de mi corazón. El silencio, refugio de ermitaños, mi vida interior, la soledad como única compañía, llegué a amar mi dolor pues era mío. Pero todo pasa (ni puta idea de cómo) y la música volvió a mi vida hasta el punto de formar parte de los acontecimientos que viví y que sigo viviendo. Me gusta el cine, siempre me conmovió y me impresionó y la música que lo acompaña me hace rememorar las sensaciones que me produce, por eso adoro las bandas sonoras originales. Durante octubre, (mi curso web) noviembre, (mis nuevos amigos) diciembre, (Navidad, fiestas) enero, me acompañó la b.s.o. de “Love actually”. Febrero, (cafés) marzo, (mis abrazos interminables) abril, (charlas de madrugada) mayo, fueron de “Keane” y su “Hopes and fears” (este no es una banda sonora, pero flipé igual). Junio, (Torre Nueva, piscina toy) julio, (mis restos de serie entre cañas) agosto, (Motril) los viví con la b.s.o. de “Closer”, fantástica, y ahora en el fatídico septiembre, me gusta escuchar un poco de todas ellas y recordar los momentos, las personas, los anónimos, los lugares, las risas, las miradas, y las hago mías, ya no son sólo de las películas, ahora forman parte de mí y de la B.S.O. de mi vida.