21 febrero, 2006

"TRAS MI OREJA"

¿Donde está El punto exacto de gravedad de las cosas? ¿Por qué soy tan teatrera, tan dramática? Es normal que asuste a los que me rodean y la verdad no merece la pena. El hecho de que yo lo pase tan mal, de que mi cabeza me juegue tan malas pasadas, no significa que la cosa sea tan grave. Y no es una llamada de auxilio porque se exactamente lo que me pasa y como ponerle remedio. Creo que se trata más bien de una forma de pedir unos mimos, una atención. Pero volvamos a la realidad. Cada uno tiene su vida, sus propios problemas y lo que es más importante, cada uno es como es. No puedo pedir peras al olmo. Nunca he querido pertenecer a ese grupo de personas que necesitan una atención constante, no porque sean egoístas sino porque terminan resultando pesadas, aunque realmente lo necesiten. Yo quisiera ser un poco más independiente y no necesitar tanto a los demás. En fin, que no se cuando se me pasarán los malos rollos. Deberíamos tener un interruptor detrás de la oreja para cuando nos demos cuenta de que estamos pensando demasiado en nosotros mismos y en la cantidad de paranoias que arrastramos. “CLIK” y se acabó.

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