Yo quería trabajar, pero nunca pensé en cuatro trabajos seguidos en menos de dos meses. El primero era sólo para el mes de agosto (y todo fue bien) pero sin comérmelo ni bebérmelo llega el segundo, y me presento y me encuentro con una jefa aún más paranoica que yo, evidentemente salí por patas de allí (duré exactamente un día) pero ya tenía el tercero esperando, y me presento y me encuentro a una pija apestando a Nenuco que me pedía modales exquisitos y paciencia infinita por ciento veinte euros (duré dos semanas ¿en que estaba pensando? me dio fatiga hasta irme, no te digo) y salgo de allí y me llaman para que me presente en el cuarto y pallá que me voy y me encuentro en un lugar un poco cutre pero la media jornada y el ambientillo me convencen.
Y allí estoy, algo más tranquila (que estos días atrás tenía la cara como un empedraillo, un nudo perenne en el estómago y jaqueca intermitente) pero echando mucho de menos a mis amigos, a los que he visto muy poquito y a mi ordenador, que lo tengo abandonaico al pobre. Sólo quiero centrarme, organizarme y relajarme. Lo necesito. Y por supuesto, empezar a rajar de mi trabajo como cualquier currante español que se precie jajaja.
¡¡¡ POR FIN COÑO !!!